miércoles, 7 de junio de 2017

CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA INSTITUCIONAL
 
 
Contra la violencia machista institucional (7 junio 2017)
 
Hoy nos hemos concentrado para denunciar el machismo y la xenofobia que impregna las instituciones, donde se supone que habita la protección, los cuidados, la empatía y la justicia.
  
Los casos que conocemos tienen como protagonistas a mujeres que haciendo acopio de fuerza y valor acuden a los servicios públicos en busca de ayuda y a denunciar a sus parejas, pero que, lejos de encontrar comprensión y respeto, acaban siendo sometidas a interrogatorios en los que se las acusa de falta de coherencia, de falta de estabilidad mental o de que su objetivo es el de perjudicar a un buen hombre y obtener propiedades.
  
  
A partir de estos primeros pasos estas mujeres inician un largo camino cargado de irregularidades, sinrazones y sufrimiento. Por cada denuncia que ponen reciben acusaciones similares a las anteriormente citadas, y en algunos casos, incluso, se les aconseja desistir. La palabra del hombre no se pone en entredicho; la mujer es la única que tiene que probar y probar lo que afirma.
  
Mientras llega la hora del juicio, los hijos y las hijas no solo presencian en el hogar el maltrato del hombre hacia la mujer sino que incluso sufren abusos físicos y sexuales. Nadie se acuerda de los menores y ellos lo sufren con extrema dureza e injusticia.
  
Las denuncias de las mujeres y el trámite de los procesos judiciales, sorprendentemente no son obstáculo para que el padre pueda seguir viendo a solas a sus hijos, pedir la custodia e incluso acabar consiguiéndola.
  
Todavía en 2017, la justicia es un reflejo de la sociedad machista en la que vivimos y reproduce los mismos estereotipos patriarcales y de desprecio hacia las mujeres.
  
Son miles las violencias cotidianas que viven las mujeres, dentro y fuera del hogar. Una violencia que es invisibilizada y normalizada y que ya se ha cobrado 777 vidas en el Estado español entre 2010 y 2016, más 37 asesinadas en lo que va de año.
  
Las vivas asistimos con horror al lamentable espectáculo de no ver aumentadas las medidas para la erradicación de la violencia machista y para la protección de las víctimas. En los presupuestos del Estado se adjudica un 10% más que en 2016, pero que es un casi 10% menos que en 2010. Asimismo, se congela en casi 20 millones de euros el Programa de Igualdad entre mujeres y hombres, un 40% menos que en 2010.
  
Para la discriminación y la violencia machista se dedica únicamente el 0,0001% de los gastos de los Presupuestos Generales del Estado, un porcentaje impropio de lo que se viene llamando pomposamente ‘Pacto de Estado contra la Violencia de Género’.
  
No aumentar el presupuesto para 2017 es una ofensa. Las mujeres y los menores, víctimas directas de la violencia patriarcal, nos encontramos legalmente desprotegidas.
  
Es necesario que el maltrato y el acoso, en definitiva, el terrorismo machista, sean juzgados y penalizados y que se aumente el presupuesto en prevención y protección.
  
Las que aún seguimos vivas de la Región de Murcia exigimos que haya un cambio profundo en el trato de la violencia machista por parte de las instituciones.
  
Exigimos una formación feminista (llamada institucionalmente formación en género) en abogados y abogadas, jueces y juezas, los y las fiscales, en suma, la formación feminista que entendemos es imprescindible para que todos estos actores impartan por fin lo que de momento no merece que se llame “justicia”.
  
¡Si tocan a una, nos tocan a todas!.
  
¡NO A LA VIOLENCIA MACHISTA INSTITUCIONAL!
  
    
   
    
  
    
    
    
    
  
  
  
  

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