Jueves, 17 de agosto de 2017

TODAS LAS JUANAS, NINGUNA LOCA


Por nuestra compañera Lucy Sombra.

En el mundo al revés las mujeres maltratadas son juzgadas y cuestionadas para finalmente ser diagnosticadas con algo que ni tienen ni existe, siendo esta inexistente enfermedad la razón para apartarlas de sus hijxs. En el mundo al revés se dice que los niños están secuestrados cuando en realidad están con su madre; una mujer con agallas que ha decidido escapar de su infierno, desescuchando a la presunta justicia que la citaba muy cortésmente para que le entregara sus hijos a su ex-Mierda. Porque un Mierda que insulta y escupe en la cara de su mujer delante de sus hijos, debería perder el derecho de ejercer de padre; porque eso no es ser un buen o mal padre y vamosajugaradebatir, eso es ser un Mierda.

Me maravilla que se apele a la justicia, que se apele a la leyes, a la razón de lxs jueces, a lo legal. ¿Desde cuándo lo legal es legítimo? ¿En qué mundo y en qué cabeza se piensa que la justicia se va a ocupar de velar por los intereses, derechos e integridad de la mujer maltratada y sus hijos menores? Hay que fumar mucha sustancia tóxica, estar muy alejadx de los casos y no pisar mucho un juzgado para tener tanta purpurina en la cabeza.

'Pero eso cómo puede ser' es la frase que más se repite. Pues sí. Puede ser y es. Y quien la dice no está sino entrenado en creer (sí, se trata de tener fe) que el engranaje del Sistema funciona, que los pilares que sustentan nuestros derechos y libertades no tienen grietas, que la verdad nos hará libres y que la justicia se aplica y cumple, como los sueños. El maltrato también se da en las instituciones donde los jueces y juezas imparten injusticia. ¿Acaso no existen leyes injustas? ¿De dónde sale el concepto de Desobediencia Civil si no es de ese choque entre lo que se supone que deberíamos hacer (porque así lo ordena y manda la ley, el gobierno, o cualquier cosa que se supone que está jerárquicamente estructurando y condicionando mi vida) y lo que sabemos que es lo correcto (porque así nos lo dice nuestra lógica aplastante, nuestro manual básico de dignidad, nuestros propios principios y valores)?


Me da muchísimo asco que se argumente con la ley; con la ley deberíamos limpiarlos el culo todas y cada una de las personas que vivimos con los ojos bien abiertos y nos hemos cansado de balar.

Justicia no es que Juana se haya visto obligada a huir con sus hijos. Justicia no es un marco legal defectuoso que no comprende ni abarca las necesidades de las mujeres maltratadas y sus hijos que viven aterrorizados y expuestos a una violencia de género que sigue estando normalizada. Eso no es justicia. Ante leyes injustas que no protegen nuestros derechos ni nuestra dignidad y no garantizan nuestro bienestar, ante jueces y juezas que carecen de formación feminista e ignoran por completo las dimensiones del maltrato en un contexto social y culturalmente manchado por un marco patriarcal y machista sólo cabe la desobediencia.

¿Y se dice que Juana está desacertada en sus decisiones? Se dice que debería hacer esto y lo de más allá, se pone en duda su capacidad de ser buena madre, ¿quién y dónde se reparten los carnés a las buenas y acertadas madres? ¿Quién se atreve a hablar de Juana, de su infierno y de lo que más le conviene a sus hijos? ¿Vamos a aconsejarla a estas alturas de la película? ¿Vamos ahora a juzgarla a ella? ¡Otra vez! Cada vez que una mujer se planta acaba siendo ella el foco a debatir, a criticar; la puta vuelta de tortilla mediática y patriarcal.

A mí a Juana sólo se me ocurriría darle dos cosas: un abrazo y un aplauso.


Repercusión en prensa:
eldiario.es. Todas las Juanas y ninguna loca

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